La familia de José Antonio Coderch [1913-1984] ha hecho entrega del importante archivo del arquitecto catalán al Museo Reina Sofía de Madrid. Con ello, el famoso museo madrileño intenta seguir la senda que iniciaron otros museos de arte contemporáneo, como el MoMA de Nueva York o el Pompidou de París. Dichos museos contaban ya con departamentos propios del mundo de la arquitectura, por lo que el Reina Sofía tiene como propósito ampliar sus fondos: tanto de movimientos arquitectónicos como de profesionales particulares que marcaron el arte de la construcción. Todo ello se ha promovido, desde hace ya unos años, bajo la dirección del museo de Manuel Borja-Villel.
El archivo, que se encontraba en un trastero en la vivienda de uno de los hijos de Coderch, está formado por 9.800 documentos, clasificados en 875 carpetas y fechados entre 1941 y 1978. En él, se incluyen planos y croquis de sus proyectos arquitectónicos; diseños, fotografías y clichés de sus obras y fotos familiares; correspondencia profesional; facturas y recibos de cada proyecto, además de revistas, libros, publicaciones y maquetas; retratos del arquitecto, algunos de sus innumerables premios y objetos personales.
José Antonio Coderch es considerado como uno de los padres del modernismo arquitectónico español. En una España sumida en la posguerra, el arquitecto catalán revolucionó la arquitectura española de entonces con sus construcciones modernas, alejadas de los cánones del régimen franquista, con el que, sin embargo, comulgó y se sintió próximo. Compañeros de profesión, como Josep Maria Sostres o Antoni de Moragas, recordaban cómo Coderch se presentaba en su estudio con el diario de extrema derecha “El Alcázar” debajo del brazo. No obstante, también le señalaban como alguien en quien destacaba su generosidad y, sobre todo, su tenacidad por el trabajo; donde era minucioso, exigente, creativo, innovador y muy crítico no dando nunca por terminado sus trabajos.
Coderch es el autor de casas unifamiliares como la Casa Ugalde [1953], la casa del pintor Antoni Tàpies [1960], con el que trabajó mano con mano, y la Casa Entrecanales [1966], situada en el privilegiado barrio madrileño de la Moraleja; de bloques de viviendas, como el edificio Girasol de Madrid [1966], el edificio de la calle Juan Sebastian Bach [1958] y el edificio Cocheras [1968], los dos en Barcelona; edificios públicos y de oficinas, como el ondulante Edificio Trade, cuatro torres acabadas con muros cortina de cristal que construyó en 1968 en Barcelona; e institucionales, como el pabellón que construyó para España en la IX Trienal de Milán de 1951, que recibió el Gran Premio.
Cabe mencionar que el archivo del arquitecto catalán no siempre estuvo físicamente en manos de los hermanos Coderch, hijos del arquitecto y legítimos herederos. Estos lo recuperaron en el año 2014, después de que estuviese durante 30 años a cargo del archivo particular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès [ETSAV], lugar en el que Coderch impartió clase desde 1965. Se mantuvo en el mencionado lugar con el propósito de que fuera conservado, clasificado e inventariado en esta universidad y hacerlo accesible a los investigadores.
Una vez los hermanos se hicieron con él, se iniciaron las negociaciones para hacérselos llegar al Colegio Oficial de Arquitectos de Catalunya [COAC]. No obstante, estas no llegaron a buen puerto a causa de que dicha entidad no estuvo en disposición de pagar la cifra cercana al millón de euros que pedían los descendientes. El COAC cuenta con los archivos de muchos arquitectos y despachos catalanes, pero sin pagar cantidad alguna.
Finalmente, fue el museo de Reina Sofía quien se hizo cargo de la suma económica, contando así con el uso en pleno derecho de toda la información documental presente. El Archivo Coderch sigue el mismo camino rumbo a Madrid de otros importantes conjuntos documentales catalanes: como el del fotógrafo Agustí Centelles, comprado por el Ministerio de Cultura en 2009 por la suma de 700.000 euros; el de la literaria Carmen Balcells, vendido al mismo Ministerio por 3 millones de euros; o el archivo de la Editorial Tusquets, donados por Beatriz de Moura a la Biblioteca Nacional de España en 2017.